miércoles, 15 de agosto de 2012

Burrhus Frederic Skinner



Burrhus Frederic Skinner (20 de marzo de 1904- 18 de agosto de 1990) fue un psicólogo, filósofo social y autor norteamericano. Condujo un trabajo pionero en psicología experimental y defendió el conductismo, que considera el comportamiento como una función de las historias ambientales de refuerzo. Escribió trabajos controvertidos en los cuales propuso el uso extendido de técnicas psicológicas de modificación del comportamiento, principalmente el condicionamiento operante, para mejorar la sociedad e incrementar la felicidad humana, como una forma de ingeniería social.

Skinner nació en la rural Susquehanna,Pensilvania. Formó parte del Colegio Hamilton enNueva York con la intención de convertirse en escritor. Después de la graduación, pasó un año en Greenwich Village intentando formarse como escritor de ficción, pero pronto se desilusionó de sus habilidades literarias. Concluyó que tenía pocas experiencias y que le faltaba una fuerte perspectiva personal con la cual escribir. Durante este periodo, al cual Skinner más tarde llamó "el año oscuro", leyó An Outline of Philosophy, de Bertrand Russell, en el cual Russell discutía la filosofía conductista de los psicólogos, especialmente de John B. Watson.

Skinner se empezó a interesar por los comportamientos y acciones de las personas cuando vio que no tenía talento como escritor. Decidió abandonar la literatura y pasar a ser estudiante de psicología en la Universidad de Harvard (que en ese momento no era una institución a la vanguardia de la psicología).

Skinner se graduó y doctoró en psicología en Harvard en 1931 y llegó a formar parte de esta institución como investigador en 1936, para luego pasar a desarrollar su actividad docente en la Universidad de Minnesota y después en la Universidad de Indiana, antes de volver a Harvard como profesor en 1948, donde ejercería el resto de su vida.

En 1948, escribe el libro Walden Dos.

Skinner fue objeto de muchos galardones a lo largo de su vida. En 1968, recibió la Medalla Nacional de Ciencia por el presidente Lyndon B. Johnson. Tres años después, fue premiado con la Medalla de Oro de la Fundación Psicológica Americana, y en 1972, fue concedido el premio de Humanista del año de American Humanist Association. Justo ocho años antes de su muerte, recibió la primera mención por una vida contribuyendo a la psicología por la American Psychological Association.

Superstición en palomas

Un experimento ya clásico de Skinner fue llevado a cabo en 1948. En éste experimento participaron ocho palomas hambrientas, las cuales fueron introducidas en la así llamada caja de Skinner. En la caja de Skinner las palomas disponían de comida a intervalos regulares con independencia de la respuesta que emitieran. Es más, las palomas no necesitaban responder de una manera en particular para obtener comida, pasado el intervalo de tiempo decidido por el experimentador, podían disponer de ella incluso si no respondían. No obstante, en este experimento se observó un condicionamiento evidente en todas las palomas.

Un aspecto importante de este experimento fue la forma que adoptaban las respuestas condicionadas desarrolladas por las palomas. Por poner unos ejemplos: una de las palomas aprendió a dar vueltas en sentido contrario a las agujas del reloj alrededor de la caja; otra paloma pegaba su cabeza a una de las esquinas superiores de un modo muy característico; un tercer sujeto desarrolló la respuesta de sacudir la cabeza. Cada paloma desarrolló una respuesta propia, idiosincrática. Tanto fue así que daba la impresión de que las palomas se comportaban de ese modo tan particular debido a que creían que su conducta provocaría la aparición de la comida. Nada más lejos de la realidad. Ya hemos visto más arriba que la administración de comida era independiente de la respuesta del sujeto y de que éste respondiera o no. Es por este motivo por el que a esta conducta se le denominó supersticiosa.

La explicación que ofreció Skinner sobre este fenómeno apelaba al refuerzo recibido: entendió que cualquiera que fuese la respuesta que el sujeto acababa de realizar justo antes de la administración de la comida (el refuerzo) resultaría reforzada por la recompensa. De otro modo, de las múltiples respuestas que las palomas emitieran antes de la presentación de la comida, la que resultase, casualmente, contigua a la recompensa, sería reforzada. De ahí que cada paloma realizara su particular respuesta (ideosincrática). Es importante advertir que este procedimiento no es, en rigor, un procedimiento de condicionamiento operante. Es un procedimiento de condicionamiento clásico.1 La literatura científica ofrece experimentos cuyos resultados invitan a cuestionar la conclusión que obtuvo Skinner. De una parte se ha encontrado que, en un procedimiento como el utilizado por Skinner se generan patrones relativamente específicos de comportamiento que están en función de la proximidad al reforzador y de la especie animal utilizada en el experimento.2 3 4 5En particular, algunos investigadores han observado que todas las palomas desarrollan respuestas idénticas, es decir, no idiosincráticas. Sin embargo, también es posible encontrar otros resultados que apoyan la explicación de Skinner al encontrar que cada paloma desarrolla su propia conducta distintiva.

Sea como sea, la superstición es una conducta más o menos habitual en el comportamiento humano. El ritual de cambiar la suerte de uno a las cartas es habitual. Unas pocas conexiones accidentales al azar entre un ritual y consecuencias favorables son suficientes para establecer un mantenido comportamiento a pesar del hecho de que no haya reforzamiento causal. Estos comportamientos no tienen efecto real sobre la suerte de un sujeto, justo como en el caso donde la paloma era alimentada independientemente de su conducta.

Rumores
  Estudiantes utilizando una «Caja de Skinner» en el antiguo Laboratorio de Psicología Experimental de la Facultad de Psicología de la UNMSM. Lima,  año 1999


Un rumor repetido muy a menudo postula que Skinner se aventuró en la experimentación humana poniendo a su hija Deborah en una caja de Skinner, lo que la llevó a enfermedad mental permanente y un resentimiento amargo hacia su padre.
Sin embargo, esto último es falso. De hecho, el "Heir    Conditioner", término utilizado para la cuna de Skinner, era calentada, enfriada, tenía aire filtrado, permitía tener mucho espacio para caminar y era muy similar a una versión en miniatura de una casa moderna. Fue diseñada para desarrollar la confianza del bebé, su comodidad, hacer que llorase menos, se enfermase menos, etc. Y, lo que es más importante, el tiempo que la niña permanecía en ella era similar al que cualquier otro niño podía pasar en una cuna normal.

En 2005, la autora y psicóloga Lauren Slatern publicó un libro, "Opening Skinner's Box", "Cuerdos entre locos" en la traducción española de Concha Cardeñoso para la editorial ALBA, donde mencionaba el rumor arriba mencionado, según el cual Deborah al cumplir treinta y un años denunció a su padre por malos tratos ante un verdadero Tribunal de Justicia, perdió el caso y se suicidó de un disparo en una bolera de Billings (Montana). "Nada de esto es cierto, prosigue Slater, y sin embargo el mito persiste. ¿Por qué? ¿Qué tiene Skinner que nos inspira tanto miedo?".

Cuando escribía "Opening Skinner's Box", Slater entrevistó, primero por teléfono y luego en persona, a la hermana de Deborah, Julie Skinner Vargas. Ésta habló de su padre: "Tenía muy buena mano con los niños, los adoraba... nos hacía cometas, cometas con cajas, e íbamos a volarlas a Monhegan; nos llevaba al circo todos los años, y Hunter, el perro, era un sabueso y papá le enseñaba a jugar al escondite"... Preguntada sobre su hermana Deborah, contesta: "Es artista, vive en Inglaterra, está felizmente casada. Ha enseñado a su gato a tocar el piano".

La propia hija de Skinner ha contestado en más de una ocasión a estas acusaciones.8 Desde el punto de vista skinneriano, éstas formarían parte de todo un cúmulo de inexactitudes y malentendidos sobre el autor y pensamiento.9

El proyecto paloma o pelícano

Uno de los proyectos más curiosos y menos conocidos dirigidos por Skinner fue el llamado proyecto pelícano. Consistía en entrenar palomas para ser usadas en la segunda guerra mundial como proyectiles suicidas. Skinner advirtió que podía condicionar a las palomas para que siguieran y picotearan una figura determinada en busca de alimento, como un cuadrado o un círculo. Si colocamos ante la paloma una placa transparente en la que se refleje la figura de un objetivo, la paloma esforzándose por picotear la figura orientará su cuerpo y su cabeza hacia el objetivo. Y si encerramos la paloma en un aparato capaz de utilizar 1os movimientos de la paloma para rectificar su dirección, el aparato se mantendrá orientado en dirección al objetivo. Dicho de otro modo, tendremos un proyectil capaz de perseguir un blanco en movimiento. Finalmente se consiguió con ayuda de ingenieros de telecomunicaciones crear un aparato muy preciso al que se le llamo proyectil pelícano debido a que el pico del aparato era más grande que los propios explosivos que llevaba la paloma. El aprendizaje de las palomas también progreso adecuadamente siendo estas capaces de reconocer formas de barcos, aviones y tanques. Cada paloma seguía solamente la figura que había aprendido a seguir, y no otras que apareciesen en su pantalla. No hacían caso a elementos distractores como nubes o humo. Llegó a conseguir que hasta tres palomas trabajaran en equipo picoteando en dirección a un objetivo,para eliminar así fallos individuales, pudiendo viajar tres palomas en un mismo proyectil. A pesar de que en aquella época Estados Unidos no disponía de ningún mecanismo para dirigir proyectiles y que este mecanismo funcionaba en el laboratorio el proyecto fue cancelado al resultar algo grosteso y no ser tomado en serio.

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